Vómitos y diarrea en mi perro. La gastroenteritis canina

Los vómitos y la diarrea son trastornos frecuentes en perros de todas las razas y edades. Muchas veces se trata de dolencias pasajeras que desaparecen en poco tiempo y por sí solas, pero en otras ocasiones son indicio de un problema de salud que requiere atención veterinaria inmediata.

Desde Alfa Veterinaria te recomendamos que estés especialmente alerta en el caso de que:

• Los vómitos y la diarrea duren más de 24 horas, a pesar de que el animal no haya ingerido alimentos en ese tiempo (en cachorros, no dejes transcurrir más de 8 horas, ya que pueden deshidratarse con facilidad).
• Detectes sangre en los vómitos y/o las cacas.
• El perro presente otros síntomas alarmantes, como convulsiones, fiebre, abatimiento o dolor abdominal intenso.
• Sospeches que el animal ha ingerido alimentos o sustancias peligrosas o algún cuerpo extraño.

Detección y tratamiento de vómitos y diarrea en perros

Cuando acuden a consulta perros con este cuadro sintomático, lo primero que hacemos es, como siempre, recabar toda la información sobre el inicio y características de los síntomas. Preguntamos al dueño sobre su frecuencia, si el animal tiene apetito o no, la consistencia de las deposiciones, la existencia de mucosidad o sangre...

Tras obtener estos datos, en nuestra consulta veterinaria en Castellón exploramos al animal en busca de otras señales que nos ayuden a emitir un diagnóstico: dolor abdominal, fiebre, coloración de mucosas, estado general de alerta o deprimido...

Si es un perro joven, los síntomas son leves y no hay deterioro del estado general del animal, pautamos tratamiento sintomático para el control de las náuseas-vómitos, y para la restauración de la flora bacteriana intestinal. Si por el contrario el animal es geriátrico, está deprimido o muestra signos evidentes de dolor abdominal, debemos realizar prueba de imagen como radiografías o ecografías y analíticas, para así descartar la presencia de obstrucciones por cuerpos extraños, ataques epilépticos, alteraciones intestinales, tumores, pancreatitis, insuficiencia renal o hepática.

En cachorros conviene descartar enfermedades víricas como el parvovirus o el coronavirus entérico canino, sobre todo en cachorros que no han completado la vacunación.