Ataques epilépticos en perros. Síntomas más frecuentes y tratamientos
Aunque la epilepsia no es un trastorno habitual en perros, conviene estar preparado ante un posible ataque
Las mascotas son un miembro más de la familia, por eso problemas de salud como los ataques epilépticos en perros causan una gran preocupación a los propietarios.
Desde Alfa Veterinaria queremos que conozcas por qué se producen estas convulsiones, qué hacer ante ellas y cómo prevenirlas. Una información de gran interés que te permitirá reaccionar en caso de que tu animal presente un cuadro epiléptico.
La epilepsia en perros
Este trastorno neurológico provoca convulsiones como consecuencia de una actividad eléctrica anómala en el cerebro del can afectado. Puede deberse a infecciones, traumatismos, medicación o trastornos metabólicos, aunque a veces no se conocen las causas.
En ocasiones, también tiene un componente hereditario. Se ha documentado que algunas razas son propensas a padecer ataques epilépticos; entre ellas: beagle, caniche, pastor alemán, pastor belga, husky, labrador retriever y golden retriever.
Síntomas de epilepsia en perros
La sintomatología varía en función de la zona del cerebro afectada y de la fase en la que se manifieste: antes de la crisis (prodómica), durante el ataque (ictal) o después del mismo (posictal).
No todos los perros presentan los mismos síntomas ni tienen por qué padecerlos todos pero, de manera general, estos son los más habituales:
Exceso de salivación.
Convulsiones.
Pérdida de consciencia: desmayos.
Debilidad, caídas repentinas.
Ceguera temporal.
Ansiedad, nerviosismo.
Agresividad sin causa aparente.
Parpadeos, pupilas dilatadas.
Sacudidas de cabeza y patas.
Contracciones musculares.
Pérdida de tono muscular.
Hacerse las necesidades encima.
Alucinaciones.
Cómo actuar ante un ataque epiléptico de tu perro
Aunque sabemos que no es fácil, lo más importante es que mantengas la calma y que contactes lo antes posible con tu veterinario para que te guíe (mejor si cuenta con servicio a domicilio o de urgencias).
Las recomendaciones generales pasan por:
Colocar al animal de forma segura, para que no pueda golpearse con ningún objeto ni caerse. Lo mejor es tumbarle en una superficie blanda.
No manipular su boca, ya que podría morderte de forma accidental durante la convulsión.
Medicar al animal para detener el ataque, en el caso de que ya tenga pautado un fármaco para la epilepsia.
Tras el ataque hay que mantener al animal en un ambiente relajado y tranquilo, sin sobreestimulación, para evitar que se desencadene otra crisis.
Tratamiento de la epilepsia canina
Al ser una enfermedad sin cura, los tratamientos se orientan a reducir la frecuencia y gravedad de los ataques.
La medicación para el perro epiléptico suele ser crónica y puede tener diferentes efectos secundarios, por lo que es importante realizar revisiones veterinarias y contar con planes de salud adecuados.