¿La anestesia veterinaria es segura?

Descubre si es peligroso anestesiar a tu mascota

La anestesia veterinaria

Durante los últimos años, los avances en medicina veterinaria hacen que la calidad asistencial y la seguridad sanitaria de sus mascotas se haya visto incrementada hasta niveles similares al de las personas. Un campo donde se ha visto una mayor evolución es en el de la anestesia.

 

¿Qué ha cambiado?

La época en la que un animal se anestesiaba mediante fármacos intravenosos -incluso fuera de un quirófano- y se operaba sin tener en cuenta nada más que el animal estuviera suficientemente quieto para que no "molestara" al veterinario, afortunadamente, ha pasado a la historia.

Hoy en día, en la mayoría de clínicas, exceptuando las "low-cost", se cuenta con un quirófano equipado con monitores avanzados que controlan todos los parámetros vitales, supervisando el procedimiento un veterinario anestesista.

 

¿Qué es un monitor anestésico multiparamétrico?

Se trata de un complejo aparato capaz de medir en tiempo real todas las constantes vitales necesarias para el mantenimiento seguro de la anestesia y así poder actuar rápidamente en caso de que algo no vaya todo lo bien que sería deseable.

Esos parámetros son los mismos que se miden en medicina humana: oxígeno sanguíneo, capnografía (medida del CO2 exhalado), presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y registro electrocardiográfico continuo.

 

¿Es necesario contar con un monitor para anestesiar a un animal?

La anestesia, si bien es un procedimiento rutinario en una clínica veterinaria, es un procedimiento muy delicado no exento de riesgos. Se trata de una intoxicación controlada del sistema nervioso central y/o nervios periféricos que permita que el animal entre en un estado inconsciente y no sufra ningún dolor antes, durante y después de la cirugía.

La palabra CONTROLADA no es banal. Cada animal, como cada persona, tiene una diferente sensibilidad a los fármacos anestésicos y, si bien hay unas dosis estándar, es muy importante evaluar en todo momento el efecto que le producen al animal en cuestión. Por ejemplo, si la saturación de oxígeno baja, bajan las pulsaciones, entra en hipotensión o tiene alguna arritmia sólo lo veremos si contamos con el monitor capaz de medir todas estas constantes. Si nos damos cuenta pronto, la mayoría de complicaciones no pasan de ser un pequeño contratiempo fácilmente solventable. Si, por el contrario, no nos damos cuenta por carecer de monitorización, puede que cuando queramos actuar sea demasiado tarde.

En conclusión, hoy en día, podemos afirmar que la anestesia en veterinaria es un procedimiento muy seguro aunque no exento de riesgos. El quirófano es uno de los lugares más seguros para una mascota -igual que para una persona-. Cada año mueren más personas, perros y gatos atropellados en la calle que en un quirófano.

¿Verdad que no cruzamos la calle temblando de miedo? Pero sí tomamos precauciones: cruzamos con el semáforo en verde. En anestesia el semáforo verde son la monitorización y el personal cualificado.